Pese a todo fue una noche emotiva en el Joe Louis Arena de Detroit. Los Red Wings se enfrentaban a unos Avalanche que años atrás fueron sus grandes rivales y enemigos, pero anoche más que nunca eso daba igual, y no porque la rivalidad haya desaparecido, sino porque era la noche de Nicklas Lidström.
El retirado defensa y capitán de los Red Wings regresaba al hielo de la que siempre ha sido su casa en Norteamérica para ver cómo su dorsal #5 se alzaba hasta lo más alto del pabellón para quedar por siempre inmortalizado como uno de los mejores jugadores de la historia de Hockeytown y el primer defensa de la franquicia en tener su número retirado. La ceremonia, que iba a durar 45 minutos, se alargó hasta los 70, retrasando media hora el partido, pero a nadie le importaba.
El sueco estuvo acompañado por su familia y por un elenco de jugadores con los que compartió vestuario a lo largo de su carrera entre los que se encontraba Konstantinov, que arrancó uno de los mayores aplausos de la grada, así como leyendas de la franquicia (Delvecchio y Lindsay) y otras personalidades del mundo del hockey y los Red Wings con los que también compartió años de su vida, como Bowman, Smith o Nill.
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Lidström, tras 20 años de carrera en la NHL y con 7 Norris Trophies, 4 Stanley Cups, 1 oro olímpico y 1 Conn Smythe, entre otros muchos trofeos, anunció en mayo de 2012 su intención de poner punto y final a su carrera como jugador, que se hizo efectiva tras los Playoffs de ese mismo año.
El partido, totalmente eclipsado por la ceremonia anterior, comenzó con un dominio absoluto por parte de los Red Wings, que querían dedicarle la victoria a Lidas. Kronwall, con el exterior de su stick, batió a Giguère a los 12 minutos de iniciarse el partido, poniendo en el marcador el 1-0 con el que se llegaría al descanso.
Tras la pausa el partido no cambió demasiado, pues Detroit seguía siendo dueño y señor del partido, aunque fueron los Avalanche, por medio de Duchene y con ayuda de Franzen los que anotaron para empatar el partido. Un empate que no duraría mucho, pues 2 minutos después, aprovechando un rebote bastante extraño del puck contra el muro tras la portería de Giguère, Jurco marcó a placer y en superioridad el 2-1.
Los últimos 20 minutos sí tuvieron un color diferente, si bien los Avalanche no llegaron a dominar nunca a los rivales. PA Parenteau recogió un puck suelto junto a Howard e hizo el empate ante la pasividad defensiva de los Red Wings, que intentaron evitar la prórroga pero que se encontraron con un Jean-Sebastién Giguère que más allá del primer gol concedido se marcó un muy buen partido.
El tiempo extra pudo decidirse al minuto de empezar, cuando Duchene se lanzó prácticamente solo contra Howard, pero Kronwall estaba allí para detener al delantero canadiense, el mejor de su equipo en el partido, aunque la acción le costara una sanción que pudo ser clave. Durante la superioridad, Stastny cometió un error en ataque que dejó el partido en 3vs3 durante 1 minuto, seguido de otro con los locales en superioridad. Ninguno aprovechó las situaciones especiales y cuando el partido se encaminaba hacia la prórroga apareció Nathan MacKinnon para asistir a Benoit, que anotó el gol de la victoria para los de Colorado. Con el punto conseguido, MacKinnon superaba a Gretzky como el jugador con una mayor racha de partidos anotando teniendo sólo 18 años.
Grande capitán !
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