Mucho se habló anoche de una de las imágenes más sonrojantes de la NHL en los últimos años. Los Florida Panthers anunciaron que vendieron la ridícula cantidad de 7.311 entradas para el partido que les enfrentó a Ottawa Senators y que acabó con un shutout para el ex-Panther Craig Anderson en la victoria de su equipo por 0-1. La imagen rápidamente fue llegando a todos los fans de la NHL por las redes sociales y en ella vimos un BB&T con un aspecto desolador que incluso nos hace difícil de creer que allí estuvieran más de 7mil personas.
Antes de comenzar la temporada, los nuevos dueños de la franquicia, Vinnie Viola y Doug Cifu, anunciaron una nueva estrategia de cara a la venta de entradas. Durante años, los Panthers presentaban un aspecto decente en casa gracias a las numerosas, y en muchos casos excesivas ofertas. 3×1 en entradas, tickets gratis por doquier y un sinfín de medidas que permitían ofrecer datos aceptables de asistencia – 14mil de media la temporada pasada- pero que suponían un durísimo golpe para las arcas del club. Se estima que durante los últimos 15 años los Panthers han podido perder más de 20 millones de dólares regalando entradas. Los propietarios justificaron la medida en términos de calidad/precio. Si se pretende tener un producto de calidad, el precio debe ser el justo. Cifu es de la opinión de que si se regalan entradas a mansalva el valor del producto automáticamente se devalúa.
Podremos estar más o menos de acuerdo con las declaraciones y la estrategia de la nueva directiva de la franquicia de Sunrise, pero a casi nadie le entra en la cabeza la existencia de una franquicia deficitaria que puede presentar cifras escandalosamente negativas al término de esta recién iniciada temporada 2014/2015 si la asistencia al BB&T no mejora. Llegarán los Canadiens, Maple Leafs, Bruins, Red Wings y otros equipos con un amplio mercado más allá de sus sedes y meterán a 7mil personas más, tiñiendo la arena de los Panthers con el color visitante, pero ¿más allá de estos partidos?
Al acabar el partido, la escasa asistencia fue la protagonista en las entrevistas y el ya mencionado Craig Anderson apeló a la necesidad de victorias para atraer al público. Los Panthers han protagonizado su peor arranque en una temporada en su historia, con un récord de 0-2-1 y sólo 3 goles en 3 partidos y no parece que este proyecto pueda tener la capacidad de acumular el número de victorias que necesitaría el equipo para llamar la atención de Sunrise y alrededores antes de que la franquicia se declare en bancarrota.
Con una posible expansión y con la necesidad de equilibrar el número de equipos de las dos Conferencias, ¿aguantará la NHL el chaparrón o el traslado es inminente?
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