Ese ha sido el tiempo que ha durado el cierre patronal de la temporada 2012-13 en la NHL, el tercero bajo el auspicio del comisionado Gary Bettman. Durante este tiempo, los fans de la mejor liga de hockey del mundo nos hemos emocionado casi tantas veces como decepcionado cuando se anunciaba una reunión, una oferta o un mínimo avance y consiguiente retroceso en las negociaciones entre la liga y la asociación de jugadores (NHLPA). Muchos abandonamos toda esperanza allá por principios de diciembre, pero recibimos una grata sorpresa al amanecer el 6 de enero y encontrarnos, como regalo de reyes, que se había llegado al acuerdo y la NHL se ponía finalmente en marcha.
No ha sido un camino de rosas, desde luego. Las negociaciones para firmar un nuevo convenio colectivo (CBA) entre la liga y los jugadores han tenido casi visos de tragedia. Pese a que el comienzo de la temporada estaba fijado para octubre de 2012, el nivel de acuerdo un mes antes era tan inexistente que ya en septiembre se cancelaron los partidos de pretemporada y el inicio se pospuso. La primer oferta por parte de la NHL fue rechazada casi inmediatamente. De hecho, la airosa negativa de la asociación de jugadores, representada por Donald Fehr, no auguraba nada bueno. Íbamos a asistir a un duelo de egos entre Fehr y Bettman paralelo a las negociaciones.
El siguiente paso fue cancelar los partidos hasta el 30 de noviembre, además del Winter Classic, uno de los acontecimientos que más había ayudado a abrir el hockey NHL al mercado televisivo, gracias también al espectacular programa de la HBO “24/7”. El 21 de noviembre, era la NHLPA quien presentaba una oferta, declinada enérgicamente por Bettman. La liga cancelaba otro mes de juego, hasta fin de año, y los fans temíamos ya no sólo por la temporada 2012-13 si no porque se fuera a llegar a algún acuerdo a tiempo para la 2013-14.
A mediados de diciembre, la discusión amagó con llegar a los tribunales estadounidenses, con ataques legales por parte de uno y otro bando hasta que, finalmente, contra todo pronóstico, con el ímpetu del nuevo año y tras 16 horas de negociaciones, el 6 de enero se acordaba un nuevo CBA para que la liga diera comienzo el sábado 19 de enero. No obstante, el lockout ya había dejado unas pérdidas de unos 20 millones de dólares diarios a la liga, 10 a los jugadores, y secuelas en los sueldos de los empleados de las franquicias y en los negocios de cada ciudad con equipo NHL.
Entre los acuerdos del nuevo convenio destaca la limitación de extensiones de contrato a 8 años, y a 7 en caso de firma de contratos nuevos. Quizá uno de los acuerdos más interesantes para el futuro próximo de la liga se encuentra en el límite salarial. Se fija en 60 millones (siendo 44 el mínimo), con un periodo de transición de dos años. Los equipos tendrán hasta un máximo de 70.2 millones la primera temporada y 64.3 millones la segunda para ir adaptando sus salarios. De esta forma y mediante la creación de un “periodo de amnistía”, la liga intenta cubrir el llamado “make whole”, o la parte del dinero que los jugadores pedían fuera destinada a cumplir contratos correspondientes al anterior CBA, y que no se ajustaran las nuevas condiciones.
Como consecuencia directa para los equipos, ciertos General Mánagers van a tener que esforzarse ajustando los sueldos de sus plantillas, dadas las nuevas limitaciones de salary cap a 64 millones de dólares. Equipos como Vancouver Canucks, Minnesota Wild, Philadelphia Flyers, San Jose Sharks o Chicago Blackhawks, se encuentran actualmente cerca del límite salarial y, dados los contratos de sus jugadores, necesitarán liberar espacio en las próximas temporadas (datos de capgeek.com) para no superarlo ni en la próxima, ni en las siguientes temporadas.
En cuanto al calendario, como puede suponerse, se ha comprimido para jugar una temporada regular de 48 partidos (19 de enero al 27 de abril de 2013), sin partidos entre conferencias, por lo que aumentan los enfrentamientos directos y la lucha será encarnizada en cada división. Se prevé una temporada intensa, sin apenas respiros y desde luego, con sorpresas.
Esperemos que en 2022, cuando expire el actual CBA, no se repita la historia, pero por el momento enchufen sus televisores (u ordenadores) y disfruten de la NHL.
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