Portland Winterhawks traspasó una ronda condicional del Bantam Draft tan solo para poder hablar con él. Posteriormente, mandaron a Ben Betker y Tyler Sandhu, además de los derechos de Mitch Skapski y Reece Willcox a los Everett Silvertips, que lo habían escogido con anterioridad en el WHL Bantam Draft, para contar con sus derechos en caso de que Seth Jones finalmente decidiese actuar en la WHL, ya que también contemplaba la opción de formarse en NCAA, siendo la universidad de North Dakota su destino en caso de hacerlo. Finalmente, Portland pudo contar con el jugador, pero estos movimientos nos dan una muestra del impacto que ya tiene este jugador, a tan pronta edad. A finales de año, Portland fue sancionada severamente por la WHL al descubrir irregularidades y proporcionar beneficios ilegales a algunos de sus jugadores. Aprovechamos este espacio para apartar a Seth Jones de este problema, pues la WHL no relató irregularidad ninguna en el proceso de adquisición del jugador.

Centrándonos exclusivamente en el jugador, Seth Jones es uno de los mejores jugadores de todo Estados Unidos en su grupo de edad, y está pronosticado como uno de los proyectos más interesantes de cara a la promoción del 2013, y candidato a ocupar el número uno. Su ascensión está siendo meteórica, pasando en apenas un año de ganar la medalla de oro en el Mundial U18 con Estados Unidos a hacer lo mismo el año siguiente en el WJC disputado en Ufa, siendo en ambas ocasiones pieza importante del éxito. Capitán principal con la U18 y capitán alternativo en el WJC. Muestra de la capacidad de liderazgo del jugador, enfrentándose a jugadores más veteranos que él.

El deporte viene en la familia, pues su padre es Popeye Jones, mítico jugador de la NBA que actualmente está trabajando como entrenador asistente en los Brooklyn Nets. Seth tiene la altura de su padre, siendo un atleta de 1’90 con una gran envergadura, y con una movilidad impropia de un jugador de sus condiciones físicas. Podríamos pensarle como un tipo físico, un shutdown defender de los clásicos, pero Jones reúne todas las condiciones que caracterizan al defensor de nueva generación que buscan con tanta insistencia los dirigentes profesionales. Tiene remate, con acierto, es un jugador decidido a la hora de conducir el puck, sabe ubicar a los compañeros con el pase, y toda esa elegancia no le impide luchar en las vallas como el que más, para recuperar la posesión o bien evitar el peligro. Acostumbrado a ser el capitán, cuenta con muy buena comunicación con su par, haciéndole fácilmente adaptable con cualquier tipo de defensor. Como normalmente se suele decir, uno de esos jugadores que cualquier entrenador querría en su equipo.

Además, habitualmente las estadísticas no son el punto más fuerte para valorar a un defensor, a menos que hablemos de alguien con marcada tendencia ofensiva, pero en Seth podemos mostrarlas como un punto en su favor. 41 puntos, 9 de ellos goles, en 43 partidos con Portland, en el momento de la redacción del artículo. Formado en el USA Development Team, con ellos firmó 12 puntos en 20 encuentros en su última temporada en USHL. Aunque buena parte de sus puntos vienen como asistencias, Jones está mostrando buena progresión en la cuenta goleadora, aumentando sus números de manera anual.

El único problema que podemos ver en Seth es lo que acusan todos los chavales de su edad. Puntuales malas decisiones, aunque es un hombre muy correcto en este aspecto, no acostumbra a cometer malos pases ni a tomar malas decisiones, alguna mala colocación defensiva, nada que no solucione la experiencia y el paso de los partido, y a Seth Jones solo le falta alcanzar el próximo nivel para demostrar de que madera está hecho. Ha subido como la espuma a cada año disputado y siempre ha cumplido, por lo que nada nos impide pensar que no haya en Jones un defensa de élite para muchos años. Las capacidades están, y la curva de aprendizaje está siendo muy buena. Ahora es el punto clave, cuando se han de confirmar todas las expectativas, y Seth viene cumpliéndolas, así que estamos seguros que hará lo mismo en su próximo reto.