USA tenía una papel complicado. Su lamentable actuación del año pasado le costó entrar en un grupo con Canadá y Rusia, a las que plantó cara pero con las que perdió. Se metieron en cuartos como terceros de grupos pero con una sensación muy positiva. Además, se vieron tremendamente beneficiados del inesperado resultado del Grupo A, ya que parecía que USA estaba destinada a vérselas contra Suecia o Finlandia en cuartos, y no contra la República Checa, a la que aplastó. Luego llegaron los canadienses, a los que transformaron en almas en pena sobre el hielo de Ufa. 5-1 con una actuación brillante de todo el equipo y a la finalísima.
Los primeros 20 minutos de la gran final sirvieron únicamente para comprobar que había una selección muchísimo más fresca que la otra. Suecia desde casi el minuto 1 no podía moverse con comodidad y los patines pesaban demasiado. Los estadounidenses se paseaban pero entre Lundström y el poco acierto de los delanteros se llegó con 0-0 al descanso.
Tras la reanudación y con USA aún con el dominio del puck, del tempo y del prácticamente todo, Suecia golpeó primero aprovechando una situación de superioridad. Sandberg cazó un puck frente a Gibson tras un cúmulo de imprecisiones de la defensa americana y daba aire a una Suecia que se veía un poco más cerca de repetir oro. Pero USA es mucho USA y para nada se vieron afectados por el gol. Siguieron a lo suyo, generando peligro y controlando el partido hasta el gol de Rocco Grimaldi, que ajustó el puck a uno de los palos. Lundström pudo haber cubierto el espacio mejor. 1-1 pero el partido no cambiaba. Suecia no encontraba la forma de hacer daño a USA y en una jugada aislada, con un puck suelto en la blueline, Trouba enganchaba un potente disparo que Grimaldi desvió lo suficiente como para batir otra vez al meta sueco. 2-1 con el que se llegaba al descanso.
La tercera y última parte se desarrolló muy rápidamente, con muy pocos parones. El encuentro seguía igual. USA se encontraba muy cómoda, demasiado cómoda, a pesar de algún que otro ataque de los suecos, que veían como se les escapaba la final. A falta de 2 minutos Ronnberg pidió tiempo muerto y sacó a Lundström para incorporar a un delantero extra, pero un pase errado desde la línea azul propició el robo de JT Miller, que asistió a Trocheck para que sentenciara el partido a placer y con la portería vacía. 3-1 y oro para unos americanos liderados por su guardameta, John Gibson, cuya actuación será recordada como una de las más dominantes en la portería.
Como es lógico, el prospect de los Anaheim Ducks, John Gibson, fue nombrado MVP del torneo y mejor guardameta del mismo. Jacob Trouba fue elegido como mejor defensa y Ryan Nugent-Hopkins como mejor delantero. El quinteto ideal lo forman Gibson (USA); Trouba (USA), McCabe (USA); Nugent-Hopkins (CAN), Forsberg (SWE) y Gaudreau (USA).
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