Perder a Connor McDavid por la lotería del Draft es un palo duro, pero el premio de consolación bien podría ser en casi cualquier otro año la primer selección sin discusión que valga. Jack Eichel es otro superdotado en este deporte y también puede convertirse en una superestrella en la NHL.
Jack Eichel ha sido un digno competidor por la primera elección pero, por mucho debate de postureo que la prensa quisiera generar, McDavid tenía asegurado ese honor salvo que hubiese ocurrido una desgracia. Además, el mundial junior de uno y otro puso punto y final a ese debate sin sentido.
El futuro número 2 del Draft también se ha mostrado tremendamente superior a sus rivales en la NCAA, una liga considerablemente más exigente que las ligas juniors canadienses y bastante más cercana a lo que pueda ser la NHL. No hay que olvidar que en la liga universitaria estadounidense compiten jugadores de hasta 25 años, mientras que el límite en las ligas canadienses está en 21.
Su disparo es rápido, preciso y potente. Sus habilidades para crear juego son de primer nivel, así como su velocidad, inteligencia y lectura de juego. También cumple en el apartado defensivo.
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