Los North Dakota Fightning Hawks levantaron anoche su 8º título de campeones nacionales y el 1º desde el año 2000 tras derrotar por 5-1 a Quinnipiac Bobcats.
Los 18 primeros minutos de partido fueron toda una declaración de intenciones de los Hawks, que dominaban el partido en todas sus zonas. Shane Gersich, a los 11 minutos, abrió el marcador y Brock Boeser, en inferioridad, aprovechó un regalo del meta de Quinnipiac, Michael Garteig, para aumentar la ventaja precisamente cuando los Bobcats empezaban a adaptarse al intenso ritmo del partido. Sam Anas, estrella de Quinnipiac y con una importante lesión en el hombro, estrelló un puck en el larguero segundos después del gol de Boeser. El Power Play era la única situación en la que North Dakota perdía el control del puck y dos sanciones prácticamente consecutivas dieron una doble superioridad a unos Bobcats que anotaron por medio de Tim Clifton.
El segundo período acabó sin goles, con el 2-1 provisional, pero en sus minutos finales vimos un adelanto a lo que se avecinaba en el tercer y definitivo período. Quinnipiac, que tuvo ocasiones para empatar, comenzó a ir totalmente a remolque de North Dakota, muchísimo más enteros físicamente.
Así pues, y con sólo 1:21 disputados del último período, Drake Caggiula comenzaba con el show que acabaría dándole el MVP del Frozen Four. La letal línea formada por Caggiula, Boeser y Schmaltz se aprovechó del momento y con 2 goles de Caggiula sentenciaron la final. Quizás otro partido hubiera sido posible con un Sam Anas sin un hombro prácticamente inútil, pero el torbellino verde no dio ninguna opción real a unos Bobcats que encajarían un 5º gol, de Poganski, con casi 10 minutos aún por jugar.
Con este son ya 8 títulos nacionales en posesión de North Dakota, lo que les convierte en la 2ª universidad más laureada, por detrás de los 9 de Michigan y por delante de los 7 de Denver, equipo al que precisamente derrotaron en las semifinales del Frozen Four.
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