Ayer se despidió de la máxima categoría del hockey sueco un histórico como MODO Hockey. El equipo en el que Peter Forsberg es el asistente del General Manager cayó en la prórroga del partido decisivo contra Leksands. Tras una pésima temporada en la SHL finalizando penúltimos y a 12 puntos de la salvación, MODO accedió por 2º año consecutivo a la repesca, bautizada como Meca Hockey Race, y en su final al mejor de 7 partidos, la Direktval, cayó ante Leksands pese haber estado 3-2 por delante en la eliminatoria y 3-2 a falta de 52 segundos para acabar el 7º y último partido.
Una serie de despropósitos con la guinda en forma de error garrafal del defensa Otso Rantakari que dejó a Montpetit sólo ante el meta, al que batió para enviar a MODO por primera vez en su historia a la segunda división sueca -más adelante aclararé este dato.
Desde el título conseguido en 2007, los de Örnsköldsvik, una ciudad de apenas 30.000 habitantes, han ido poco a poco asomándose al precipicio hasta que al final han caído. Tras ese título, el mejor resultado de MODO fueron los cuartos de final de los años 2008, 2012 y 2013. Estuvieron 3 años consecutivos sin aparecer en la post-temporada (2009, 2010, 2011) y salvando el pellejo en las repescas de 2011 y 2015.
¿Qué lleva a un equipo campeón y capaz de albergar en su cantera una lista tan impresionante de jugadores como Peter Forsberg, Markus Näslund, Daniel Sedin, Henrik Sedin, Victor Hedman y Niklas Sundström al descenso? Una pésima gestión.
2007 supuso una gran oportunidad para muchos jugadores veteranos que por, digámoslo de esta forma, agradecimiento, ocuparon un lugar en una plantilla y una liga que poco a poco se les quedaba grande. Hans Jonsson, Mattias Timander, Andreas Salomonsson, Per Svartvadet se quedaron entre 3 y 4 años más. Sundström no lo dejó hasta 2013, y mientras tanto algunos de los fichajes “sentimentalistas” no fueron otros que los ya veteranísimos y lesionadísimos Peter Forsberg y Markus Näslund. Estos jugadores, parte esencial de los éxitos de MODO, impedían que los jóvenes les dieran el relevo, factor característico en un sistema con una cantera tan potente. La inversión en la cantera cada vez era menor y cuando los veteranos mencionados unas líneas más arribas se fueron retirando ya no quedaban canteranos con suficiente nivel para suplirles. El declive en el que se sumió uno de los equipos más respetados de Suecia también dañó la imagen de un club que no podía utilizar su ciudad como atractivo para fichajes nacionales y, principalmente internacionales. A falta de canteranos, los extranjeros tendrían que elevar el nivel de la plantilla. ¿Pero qué canadiense o estadounidense querría, en su sano juicio, irse a una ciudad de 30.000 habitantes de la mitad norte de Suecia con un equipo sin posibilidades de ganar un título? Yo os lo cuento: Patrick Yetman, Dan Hinote tras su peor y última temporada en la NHL (5 puntos de 51 partidos con los Blues), Byron Ritchie (para colmo actual capitán), Freddy Meyer, Kyle Cumiskey, Dave Spina, Travis Roche, el carismático Donald Brashear tras un año inactivo y en un lamentable estado de forma, Maxim Lapierre y un Ryan Whitney que sólo aguantó 2 partidos antes de anunciar su retirada. En resumen, jugadores que, casi seguro, fueron ofrecidos y rechazados por media Europa.
Y no podemos decir que hayan aprendido la lección. Ese sentimentalismo reinante en el club fue dando paso a sus grandes estrellas a las oficinas. En 2010 Markus Näslund fue nombrado General Manager, en 2011 Peter Forsberg se convirtió en su asistente y en 2012 Per Svartvadet se incorporó como Director del Departamento de Desarrollo -la cantera, para que todos lo entiendan. En 2014, tras caer eliminados en los octavos de final, Näslund abandonó su cargo. ¿Su sustituto? Per Svartvadet.
El descenso deja a MODO en grave peligro, con una cantera mejorada pero no muy esperanzadora y una situación económica mala. Un panorama con muy pocas luces y muchas sombras para afrontar la siempre complicada Hockey Allsvenskan. Será la primera vez que MODO comience la temporada en la segunda división, y digo comience, y aquí aclaro el dato de participaciones en la categoría de plata, porque en la temporada 1989-1990 el formato de la primera división enviaba a los dos últimos clasificados tras 22 partidos a la Allsvenskan. MODO “descendió” pero se paseó por la segunda división, logrando lo que, 16 años después, será el objetivo principal del club, un rápido regreso a la élite.
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