El draft del pasado verano de 2014 suponía una ligera bajada de calidad con respecto al anterior, a priori con menos candidatos a labrarse una carrera sólida en la NHL, y con un potencial más incierto, aunque puede esconder alguna que otra perla.
Durante la pasada temporada no parecía haber consenso entre los scouters de más renombre sobre quién era el jugador más valioso de este draft, dudando principalmente entre tres nombres: Aaron Ekblad, Sam Reinhart y Sam Bennett.
Esas dudas se despejaron en cuanto Florida Panthers ganó el sorteo, pues Ekblad era, sin dudas para nadie, el pick que debían hacer. Un equipo bastante bien servido en cuanto a talento ofensivo joven y con mucha más necesidad de alguien para liderar su defensa, y listo para servir al equipo desde el momento de ser drafteado. Ekblad es el prototipo de defensa total, lo cual en estos tiempos es una pieza tremendamente valiosa y difícil de encontrar para un equipo NHL. Y defensas de estas características, con un físico dominante y capaces de aportar en todas las facetas del juego suelen tardar poco en ser seleccionados en los últimos drafts, como ya ocurriera con Seth Jones elegido por Nashville en 2013. Precisamente las comparaciones entre Jones y Ekblad fueron bastante recurrentes durante el año, y Ekblad consiguió unos números similares a los de Jones en su temporada predraft, en una liga ligeramente más competitiva. Capitaneando a los Barrie Colts de la Ontario Hockey League logró 23 goles (gracias al cañón que tiene por brazo) y 30 asistencias en 58 partidos.
De hecho el draft empezó con rumores de Vancouver poniendo bastantes activos encima de la mesa a cambio de ese 1st overall pero rechazados por Florida que no quiso dejar pasar un talento como el de Ekblad.
La segunda elección fue para Buffalo Sabres con Sam Reinhart. Al contrario que Florida, los Sabres cuentan con un buen grupo de defensas en su sistema y necesitaban talento de cualquier clase en su delantera. Optaron por un center sólido y trabajador, capaz de aportar mucha intensidad y entrega pero no exento de talento como atestiguan sus 105 puntos en 60 partidos como capitán de Kootenay Ice de la Western Hockey Leage. Uno de los jugadores más maduros y preparados de la clase.
Tras Buffalo llegó el turno de las dos franquicias de Alberta. Edmonton Oilers al ver pasar a Ekblad optaron también por reforzar el puesto de center con Leon Draisaitl, probablemente el mejor prospect alemán que ha tenido la NHL. Y Calgary Flames seleccionó a otro center, Sam Bennett, uno de los jugadores más espectaculares de este draft por su explosividad y energía.
El draft continuaba bastante previsible con la elección del left wing Michael Dal Colle por los New York Islanders, forecheck, agresividad y sacrificio para su futura plantilla. La primera sorpresa llegaba en la sexta elección donde precisamente Vancouver le metió una subida inesperada a Jake Virtanen, un chico con buenas condiciones y una gran temporada pero con menos potencial asegurado que otros que dejaron pasar como el sueco William Nylander o el danés Nikolaj Ehlers, (seleccionados por Toronto Maple Leafs y Winnipeg Jest en la octava y novena posición respectivamente) dos derroches de talento puro.
Hubo más subidas destacadas como las de jugadores europeos muy interesantes como el checo Jakub Vrana, el suizo Kevin Fiala o el defensa finlandés Julius Honka.
Hay que destacar ciertas elecciones de las últimas posiciones de la primera ronda que pueden dar que hablar como robos del draft como por ejemplo Robby Fabbri por St Louis Blues o Nikita Scherbak por los Montreal Canadiens.
La primera ronda estuvo muy dominada por los delanteros, de las 30 elecciones todos lo fueron salvo 4 defensas, y ningún portero.
En la segunda ronda destacaron las caídas de Ivan Barbashev (St Louis Blues) y Roland McKeown (Los Angeles Kings), proyectados en primera ronda en rankings durante todo el año. Seguía quedando talento por seleccionar en Vladislav Kamenev (Nashville Predators) o Nicolas Aube-Kubel (Philadelphia Flyers).
También comenzaron a aparecer los porteros. Es una generación bastante bien provista de buenos proyectos que ir puliendo y muchos equipos aprovecharon la oportunidad para ganar profundidad en esa posición. Liderados por el californiano Thatcher Demko (Vancouver Canucks), que completará seguramente una larga carrera universitaria en Boston College y con otros nombres interesantes como Mason McDonald (Calgary Flames) o Brandon Halverson (NY Rangers).
En rondas más bajas el draft era una absoluta incógnita, con multitud de jugadores con potencial desconocido que no destacaron especialmente en su primer año de elegibilidad y sólo estaba en manos de los scouters que hubieran seguido sus carreras completas el estimar sus potenciales. Definitivamente, encontrar un diamond in the rough en las rondas bajas de este draft tendrá un mérito mayor de lo habitual y los scouters que lo consigan merecerán bastante reconocimiento por ello. Pero también quedaban nombres destacados como Anton Karlsson, seleccionado en tercera ronda por Arizona Coyotes, proyectado en 1er ronda en parte por su buen papel con la selección sub-20 sueca. Y sin movernos de Suecia, Nashville protagonizó una elección muy interesante en cuarta ronda con Viktor Arvidsson. Un jugador quizás algo limitado por su tamaño (lo cual le llevó a no ser drafteado 3 años consecutivos) pero consagrado en la primera división Sueca levantando el título con Skelleftea en dos ocasiones consecutivas y siendo clave en el equipo.
Se avecina una promoción que va muy en serio, con más calidad que la de 2014 en la que hay de todo y muy bueno. Liderada por Connor McDavid y Jack Eichel. Dos jugadores destinados a echarse un equipo a las espaldas, a ponerle cara a una franquicia y a ocupar el puesto de center de primera línea, probablemente el puesto más determinante de un equipo de hockey. El año va a estar repleto de montajes televisivos comparándolos y de ciertos piques entre ellos por ejemplo en el próximo mundial sub-20. Ambos ya debutaron en dicha competición el año pasado con una edad mucho menor de lo habitual y tuvieron papeles bastante destacados. En el caso de McDavid su nombre lleva sonando como the next big thing o el próximo Sidney Crosby desde hace ya varios años. Tanto él como Eichel están a otro nivel en cuanto a patinaje, visión de juego, técnica, hockey IQ. Quizás Eichel sea más potente y Connor más espectacular, pero ambos van sobrados de talento natural y no presentan carencias en ningún aspecto del juego. McDavid jugará su año predraft en Pennsylvania, en los Erie Otters de la OHL mientras que Eichel lo hará en la NCAA, en Boston University.
En cuanto a la defensa, el draft también presenta potencial de jugador franquicia en Noah Hanifin (USA), el sueco-eritreo Oliver Kylington (vigente subcampeón de la primera división sueca con Farjestad con tan sólo 16 años) y algo más rezagados pero también con un potencial enorme, Jérémy Roy o Zach Werenski.
Como otras variantes que ofrece el draft están el power forward en las figuras de Paul Bittner, Evgeny Svechnikov o Lawson Crouse, el center trabajador en Dylan Strome o Colin White, el alero anotador con toda clase de recursos ofensivos en Daniel Sprong, el center playmaker en Matt Barzal, Travis Konecny, Mitch Marner, o delanteros polivalentes como el checo Pavel Zacha que gracias a su combinación de juego físico, buenas manos y trabajo defensivo puede actuar tanto de center como de alero.
Daniel R. Mäntynen liked this on Facebook.