Los Pittsburgh Penguins han sumado el primer punto de la final por la Stanley Cup tras derrotar por 5-3 a los Nashville Predators en un duelo que no ha dejado indiferente a casi nadie en la comunidad del hockey.
Los Predators, en su primera aparición en unas finales, apabullaron desde el comienzo a unos Penguins que apenas pudieron mover el puck con comodidad hasta después del primer momento polémico de la noche. A los 7 minutos, PK Subban batió a Matt Murray pero Mike Sullivan utilizó su ‘challenge’ alegando que Filip Forsberg estaba en fuera de juego. Juzguen ustedes mismos.
No acabaría ahí la polémica. 6 minutos más tarde los Penguins disfrutarían de una doble superioridad con las sanciones a James Neal por un cross-check absurdo e innecesario, si bien Trevor Daley lo adorna, y a Calle Jarnkrok por una interferencia que sólo vieron los árbitros, ya que el ’embellishment’ de Hornqvist roza lo cómico.
Aprovechando el 5 contra 3, Evgeni Malkin adelantó a los locales con un disparo incontestable que supuso el inicio de la pesadilla que los Predators vivirían hasta el descanso. Un minuto después del primer gol, Chris Kunitz se sacó un pase excepcional para que Conor Sheary sólo tuviera que empujar el puck al fondo de la meta de Pekka Rinne.
17 segundos antes de acabar el primer período, Nick Bonino puso el 3-0 en el luminoso con el que se llegaría al descanso. En 6 minutos los Predators habían encajado 3 goles que les pondría el partido muy cuesta arriba.
El segundo período iba a dejarnos un dato histórico. Por primera vez desde que la NHL lleva la cuenta de los disparos en cada partido (1957-58), un equipo acabaría todo un tercio de unas finales sin lanzar a portería. Nashville dejó a 0 el contador de disparos de los Penguins y, además, recortaría las distancias con el gol de Ryan Ellis en superioridad.
El tercer y último período iba a seguir la misma tónica que prácticamente el resto del partido. Los Predators imponían el ritmo y los Penguins intentaban resistir. A los 10 minutos, Colton Sissons anotaba el 3-2 y 3 minutos más tarde Frederick Gaudreau empataba el choque. Nashville había logrado empatar el 3-0 inicial en el PPG Paints Arena, pero Jake Guentzel, que apuntaba a healthy scratch para este primer partido de la final, devolvió la delantera a unos Penguins que, con el gol a puerta vacía de Nick Bonino, se apuntaron el primer tanto de la eliminatoria.
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