Los campeones de la NHL dejarán de serlo. Los Angeles Kings encaraban esta temporada 2014-2015 con la posibilidad de convertirse en la primera franquicia del siglo XXI en la mejor liga del mundo con 3 títulos en 4 años, pero la realidad es que el que para muchos es el mayor fracaso de esta temporada evitará que sea posible.
Los californianos han finalizado la temporada en la cuarta posición de la Pacific Division con 95 puntos, dos menos que los Flames, equipo contra el que cayeron estrepitosamente en la penúltima y decisiva jornada que confirmó el adiós de los Kings a los Playoffs. Aún más lejos quedaron de los Jets, que con 99 puntos se quedaron con la otra posibilidad de post temporada que tenía la plantilla de Darryl Sutter, la segunda wildcard.
Tenemos que remontarnos a la temporada 2006-2007 para encontrar en los Carolina Hurricanes una situación similar, la del campeón de la Stanley Cup que se queda fuera de los Playoffs meses después. Y ambas plantillas tienen un denominador común: Justin Williams.
Los Kings han acabado pagando su mala racha fuera del Staples, algo a lo que precisamente este equipo no nos tenía acostumbrados. Como dato extra, los 3 equipos que aparecen justo por debajo de Los Angeles en la clasificación final en el Oeste, Dallas, Colorado y San Jose, han terminado con un récord a domicilio mejor. A esto se le añaden los puntos perdidos en prórrogas y tandas de shootouts, otra de las grandes lacras de estos Kings. Estamos hablando de nada más y nada menos que 12 puntos que han dejado de sumar. Sólo han sido capaces de imponerse en 1 prórroga y en 2 shootouts.
Esta temporada no ha habido factor Martin Jones. Quick ha estado a la altura, pero sus compañeros no. Y también Doughty. Tanto la prensa angelina como los aficionados de los Kings solían tomarla con el defensa y sus mediocres temporadas regulares, aunque en post-temporada todos acababan tragándose sus palabras. Este año Doughty, ha cumplido, justo lo contrario que Dustin Brown y sus escasos 27 puntos en 82 partidos.
Las lesiones también han pasado factura. Martinez, un importante activo en defensa, se ha perdido casi 30 partidos, Regehr ha arrastrado problemas físicos y hasta Sekera, llegado en el trade deadline y por el que pagaron una 1ª ronda de Draft, ha acabado la temporada en la enfermería. Bajas muy serias en una zaga ya mermada por el caso Voynov, quien es posible que no vuelva a vestir nunca más el jersey de los Kings.
Pero a pesar de todo lo anterior y del fracaso consumado, los Kings pueden estar tranquilos. Esta inesperada eliminación no debería provocar un cataclismo como el que quizás se vea en Boston, donde ya ha caído Chiarelli. En Los Angeles hay una buena plantilla que necesitará ajustes, que combinados con un más que merecido descanso -recuerden que los Kings son el equipo que más partidos acumulan en los últimos 3 años- deberían devolver a la franquicia directamente a la candidatura por el título.
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