A pesar de que los propietarios del momento contrataron a Bettman para acabar con los grandes problemas de la NHL, el comisionado sólo tardó 1 temporada en forzar el primero de los 3 lockouts que ya ha vivido. Fueron 104 días de lockout y la temporada se disputó, aunque con sólo 48 partidos. Quiso introducir el salary cap (y lo consiguió a medias) y modificar una serie de reglas que afectaban a la agencia libre y, en definitiva, al aumento salarial de los jugadores.
La NHL vivió una etapa relativamente tranquila hasta que tocó volver a renovar el CBA en el verano de 2004. Otro lockout, y éste iba a ser de los buenos, ya que se perdió la temporada al completo. No sería hasta julio de 2005 cuando el nuevo CBA se firmó, provocando así una tremenda bajada de pantalones de la NHLPA ante la NHL, ya que éstos acabaron imponiendo casi todas sus peticiones, como la implantación definitiva de un hard salary cap y un porcentaje de beneficios que ayudaría económicamente a los problemas financieros de la NHL provocados básicamente por las pérdidas de muchos equipos como Nashville, Atlanta, Columbus, Phoenix o Dallas.
Durante su mandato, Bettman se fue ganando la enemistad de los canadienses, y no sólo por eliminar franquicias como Quebec para trasladarlas a EEUU, sino por temas como el de la televisión y los derechos de la NHL. Cadenas estadounidenses como Fox, ABC o ESPN se vieron beneficiadas por Bettman, que dejó en un segundo plano a la CBC.
También ha usado los problemas de la NHL para su propio beneficio. Antes del lockout de 2004 su salario aproximado era de unos 3’80 millones de dólares, que ascendieron a nada más y nada menos que 7’23 millones hasta 2008, llegando a los 7’8 ahora en 2012.
En el lado opuesto del lockout tenemos a Donald Fehr, no menos culpable por estar frente a Bettman. Al igual que el comisionado de la NHL, Fehr contaba con experiencia previa tras pasar por la MLB. En 1977 entró al núcleo duro de la MLBPA y en 1985 fue elegido como director ejecutivo de la misma. Comenzó haciendo un trabajo positivo para los jugadores, ya que forzó a la MLB a pagar una serie de cantidades bastante elevadas a diversos jugadores, pero en la temporada 94-95, coincidiendo casualmente con el lockout de la NHL, forzó la cancelación de las World Series.
En diciembre de 2009 dejó la MLBPA y 1 año más tarde se hizo con los mandos de la NHLPA. Debido al lockout que aún persiste en la NHL, Don Fehr se ha convertido en el único director ejecutivo envuelto de forma directa en la cancelación de dos deportes. Además, cuenta con un dato que no nos invita a pensar que este lockout pueda resolverse pronto, ya que 6 de las 8 negociaciones contractuales en las que ha participado han terminado en huelga. Por si no fuera suficiente, en la MLB provocó un desfase salarial con unas cifras alarmantes, ya que el salario medio en la liga de béisbol pasó de 289.000 dólares a 3’4 millones. Hagan cuentas y piensen que un aumento tan brutal es justo lo que la NHL quiere tumbar de inmediato.
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