Última jornada de la Fase Regular en la que el calendario enfrentaba a ESCOR ante el Txuri Urdin antes de dar comienzo a partir de la semana que viene a las semifinales por la Liga. El equipo dirigido por Ramón Barón quiso despedir esta fase con victoria ante su afición y no pudo salir mejor. Buen juego ofensivo y seriedad en defensa dio un resultado de 8 goles a 1 para los alaveses en la noche de ayer en la Pista de Hielo de Bakh.
Ganar era el objetivo, para despejar dudas y confirmar que el estado de forma de los gasteiztarras era el idóneo para afrontar la recta final, y se cumplió. Con un primer tiempo en el que solo hubo un color, ESCOR no dio respiro a los donostiarras que no lograban salir de sus dominios y crear peligro en la portería perfectamente defendida por Ander Alcaine.
27 disparos contra 9 ponían a las claras las intenciones de los vitorianos de ir a por el partido. Hasta en 52 ocasiones probaron suerte los hombres de negro a lo largo del partido para batir a un portero que a pesar de los intentos, nada podía hacer ante una delantera ayer muy acertada.
Un encuentro trabajado que da confianza a la escuadra alavesa de cara a encarar las semifinales para revalidar el título de la Liga Nacional de Hockey Hielo, y de paso, le dé el pasaporte directo a la final a 4 de la Copa del Rey que se celebrará los días 22 y 23 febrero en la Ciudad Condal.
Las claves
Buen estado de forma de la delantera de ESCOR, con Jakub Bauer y Dimitry Gnitko en su mejor versión
Contundencia de la defensa, con todos los hombres de la zaga en muy buen estado de forma
Las decisiones tácticas de Ramón Barón
Ander Alcaine paró lo que le llegó
Ausencia de los jugadores más destacados del Txuri Urdin
Los goles
Sin tiempo para que los numerosos asistentes en la noche de ayer fueran cogiendo su sitio, Miroslav Oravec batía en el primer minuto asistido por su compatriota Klepac al portero visitante.
Pasado el primer envite local, ESCOR lo intentó de todos los colores y formas, pero el segundo de la noche se hacía esperar. Txetxu Gavilanes, muy activo en la noche de ayer, tenía en sus manos las ocasiones más claras pero el premio no llegaba. Hasta ese momento el portero visitante se erigía como uno de los protagonistas de las noche, pero tanto insistió el conjunto gasteizrarra que el gol no podía tardar.
Llegados al 17, primero Gnitko y después Bauer a pase el gasteiztarra Gavilanes, colocaban en el luminoso el 3 a 0 que presagiaba una victoria abultada y merecida.
Al poco de comenzar el segundo periodo, los donostiarras, mediante Juan Palacios aprovechaban un despiste local para hacer el primero y único de la noche. Pero no fue más que un espejismo, y es que cuando los hombres del ESCOR se enfundan el mono de trabajo, pocos equipos pueden hacerles frente.
Así, en el minuto 7, el siempre activo Pasquale aumentaba más la renta con asistencia de Adrián Sosa, y 7 minutos más ardes, de nuevo Gnitko tiraba por tierra las esperanzas txuriurdines.
Fue la noche del checo Bauer, primero en el minuto 1 del tercer tiempo, y después en el 8 volvía a perforar la portería rival. Y ya con nada que hacer por parte del rival, solo quedaba certificar una goleada que daba impulso a los vitorianos. Pero el cansancio y el resultado provocaron que el partido fuera muriendo. Tan solo Mackintosh apareció en los minutos finales cerrando una victoria que pone a las claras que los hombres de Barón son capaces, jugando a un gran nivel, de lo mejor.
Y así el público, volcado en todo el encuentro con los jugadores, terminó por ovacionar, llegado el pitido final a un conjunto que pretende, a partir de la semana que viene, revalidar el título de liga en la localidad pirenaica de Jaca.
A partir de la semana que viene, ESCOR comenzará en Jaca las semifinales.
Club Hielo Bipolo
Fotografiá Jose Angel Calvo
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