Otra noche para la historia en la franquicia de Los Angeles Kings tras la consecución de la segunda Stanley Cup en 3 años y en toda su historia. La fiesta en el Staples se alargó hasta bien entrada la noche tras dos prórrogas y la ceremonia de entrega del Conn Smythe y la Stanley Cup.
Se acaba otra temporada más en la NHL y los Kings vuelven a demostrar que son la plantilla mejor diseñada para la post-temporada. El gol de Alec Martinez cierra la serie con un marcador global de 4-1 para los californianos.
El período de este quinto partido comenzó con varios minutos de tanteo por parte de ambos equipos, aunque esta vez le tocó a LA Kings inaugurar el marcador con el tanto de, quién si no, Justin Williams, que se hizo con un puck que se quedó suelto frente a Lundqvist, totalmente tapado por la acumulación de jugadores que fueron a por la pastilla.
En el segundo tiempo, los Rangers estuvieron muy cerca de decir adiós a la final con continuas oportunidades para sus rivales desbaratadas por un Lundqvist que, tras el partido anterior, volvió a mostrarnos su mejor rostro. Su actuación permitió a los suyos seguir en el encuentro y Kreider, en superioridad, anotó el empate a 1, que no sería el marcador con el que se llegaría al descanso, pues Brian Boyle, ahora en inferioridad, puso por delante a los neoyorkinos.
Tal y como ocurriera en prácticamente todos los partidos anteriores, el equipo que estaba por debajo en el marcador, los Kings, dominaron de principio a fin los últimos veinte minutos de tiempo reglamentario y, de nuevo Gaborik estableció el empate en el luminoso con el que sí que se llegó al final de unos 60 minutos que, por tercera vez en cinco partidos, no fueron suficientes para determinar qué equipo se hacía con la victoria.
A pesar del cansancio, ambos equipos nos brindaron una primera prórroga espectacular en la que los Kings volvieron a llevar la iniciativa, aunque los Rangers también disfrutaron de buenas ocasiones para alargar la serie y llevarla de vuelta al Madison, pero ni Lundqvist ni Quick estaban por la labor de dejar que el rival se llevara el encuentro, por lo que los 20 minutos extra tampoco sirvieron para encontrar a un ganador, cosa que sí ocurriría 15 minutos después, en la segunda prórroga, cuando Alec Martinez recogió un rechace tras un disparo de Toffoli para, a placer, finiquitar el partido, la serie y la temporada. Un gol que vale una Stanley Cup.
Tras el gol de Martinez sólo quedaba una incógnita, el nombre del ganador del Conn Smythe Trophy como MVP de los Playoffs. Gary Bettman, comisionado de la NHL y encargado de desvelar el misterio, nombró al máximo anotador de la final y segundo de toda la post-temporada, Justin Williams, apodado Mr.Clutch por ser uno de los jugadores más determinantes a la hora de la verdad. Su primer Conn Smythe pero su tercera Stanley Cup tras la conquistada en 2006 con los Hurricanes y la de 2012 con los Kings.
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